¿Por qué hablo de ellos en un blog sobre maternidad? Porque voy a contar mi experiencia viviendo mi maternidad con nada menos que 5 perros en casa.

La primera que supo de mi embarazo (¡antes que yo!) fue una de mis perras. Pesa más de 30 kilos y desde pequeñita ha sido muy alocada y efusiva, todas y cada una de las mañanas me saludaba saltando y dándome con sus enormes patas… y un día no lo hizo. Ni al siguiente, ni el de después… pero sólo conmigo. Cambió su saludo por constantes cabezazos suaves y cuidadosos contra mí. Más o menos una semana después me hice un test de embarazo y dio positivo, ¿casualidad? Tal vez, lo cierto es que ni un solo día de todo mi embarazo hizo ademán por subírseme encima y estaba especialmente “pegajosa” conmigo.

Durante el embarazo no hay que tener un cuidado especial con los perros de casa, nada diferente a cuando no estás embarazada: una óptima higiene y mantener el calendario vacunal y las desparasitaciones al día. Un perro sano y bien cuidado no va a suponer ningún problema de cara a la gestación. Sí hay que tener precaución por el tipo de juegos, evitando aquellos que pudieran hacerte caer al suelo, es obvio. Pero… ¿qué ocurre con la llegada del bebé? Parece que aquí sí que surgen dudas, no sé cuántas veces me preguntaron qué pensaba hacer con los perros cuando llegara el bebé ¿qué vamos a hacer? ¡si forman parte de la familia, disfrutarlos!

Empecemos desde el principio… si estás en la fase de pensar en comprar un perro, antes de nada, escoge un criador serio y responsable y ten en cuenta que un perro supone un desembolso importante de dinero, no me refiero al momento de adquirirlo, sino a su mantenimiento: sus juguetes, su cama, correa, collar y, sobre todo, alimento y veterinario. El coste anual por mantener un perro sano por supuesto dependerá muchísimo del tipo de pienso que le des, pero has de tener en cuenta que un buen pienso, aunque sea más caro, es una inversión en salud que te evitará gastos de más en el veterinario en un futuro.

Planifica también el tiempo que le vas a poder dedicar, en el Portal del Criador he encontrado un listado enorme de distintas razas de perro donde detallan las características de cada uno. Por supuesto los perros no son robots y dentro de cada raza hay variedad, pero has de saber que un perro de pelo largo tal vez suelte menos pelo en casa que uno de pelo corto y eso te haga ahorrar tiempo limpiando. Si prefieres uno de pelo corto, te ahorras tener que cepillarle a menudo. Aunque parezca obvio, también hay que pensar en la actividad del perro, ¿es una raza que requiere salir a correr a diario durante bastante tiempo?, ¿es una raza que, por su tamaño, puedes llevar contigo de viaje en tren?, ¿es una raza que suele ladrar mucho?

Para cuando llegue el bebé (te aconsejaría que incluso antes, puede que debas probar más de uno hasta dar con el que más te guste) busca un educador canino. No entro mucho a contaros consejos para hacerlo, porque en este post sobre adiestramiento canino no falta detalle para saber escoger uno. Tu entorno te dirá de todo, que es vital que el perro huela un pañal del niño antes de conocerle, que no le dejes entrar en la habitación del bebé, que le dejes que le toque, que le laves las manos en cuanto lo haga… te das cuenta de que de pronto todos son expertos en educación canina, pero de verdad… busca un profesional que se haya formado específicamente en ello. A veces no es necesario y la llegada del bebé en una casa con perro es lo más sencillo del mundo, pero siempre viene bien tener un educador de referencia para consultarle las dudas (las tendrás). Entenderás mejor las necesidades de tu perro y él tus deseos. En casa hemos tenido mucha suerte y la llegada del bebé la vivieron de forma muy positiva los 5. Por supuesto no olvides que son animales, no dejes nunca a solas a un bebé con un perro, aunque el perro sea buenísimo, el niño no mide su fuerza, podría dañarle y el perro defenderse hiriéndole. Cuando el niño vaya creciendo hay que enseñarle que el perro no es un juguete y debemos respetarle y cuidarle.

Gastos, cuidados… ¿merece la pena tener un perro en la familia? Bueno, no soy objetiva, ¿qué voy a decir? Además de ser un compañero de juegos perfecto para los niños y ayudarles a adquirir responsabilidad con sus cuidados, se ha demostrado que es muy beneficioso para su salud. Aquí hay información ampliada y enlace a los estudios originales publicados en las revistas científicas Microbioma y JAMA Pediatrics. Los bebés que conviven con perros en casa están en contacto con sus bacterias, lo cual supone ventajas para su sistema inmunitario: hacen que sufran menos alergias, obesidad (por el cambio que producen en fu flora intestinal) y asma. ¡Todo son ventajas!

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Fuente: Matronaonline.net.